sábado, 27 de septiembre de 2008

La ciudad del viento

22, 23 y 24 de Septiembre

Nos levantamos en la pequeña mansión que pillamos en Battle Creek, por falta de tiempo nos vamos a quedar con las ganas de probar las bondades del famoso balneario del Dr. Kellog, pero nos espera la ciudad del viento, así que salimos pitando para Chicago.

A diferencia de Toronto que se veía a 100 km de distancia a medida que nos íbamos acercando a nuestro destino, en vez de ver un espectacular paisaje, lo que se iba viendo una neblina de origen más bien dudoso, por fin a 10 km por fin se vio la espectacular skyline de la ciudad. En la entrada de la ciudad sufrimos en nuestras carnes el primer atasco en un jaleo de autovías con un montón de carriles, el TomTom solo mostraba una mancha amarilla y nos perdimos un par de veces, antes de llegar a nuestro destino, una casa de principios de siglo XX que pillamos para un par de días. Una pasada tenía absolutamente de todo, cumplía los estándares del america way of life, tres habitaciones, comedor, cocina, terraza, despacho con un ordenador totalmente equipado y un anexo con un garaje para dos coches, lo único que echamos en falta fue una lavadora, Houston tenemos un problema, se nos acaba la ropa limpia y hemos empezado a reciclar alguna que otra cosilla, mientras no tengamos que utilizar la espátula todo irá bien.

Como había dos grupos de interés nos dividimos, unos se fueron en metro y otros entre los que estaba, nos fuimos andando hasta el centro. Lo primero de lo que nos percatamos es que en USA nadie va andando a ninguna parte, lo único que nos cruzábamos eran homeless, otra historia era que cruzabas una calle y el nivel económico de los residentes cambiaba brutalmente.

Tras una horilla llegamos al cogollo de la ciudad, una autentica pasada señores, que pedazo de edificios, todos muy altos, de diferentes estilos pero con una combinación exquisita, allí estábamos los tres babeando, me sentía el protagonista de una película. Haciendo tiempo descubrimos que Chicago tiene playa, no es que fuera Santa Mónica, pero allí había gente practicando la fotosíntesis.

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On de road again con destino Denver y parada previa en motel de carretera que esperemos sea cerca de Lincoln para que sólo nos queden 800 Km que recorrer mañana y llegar al aeropuerto de la ciudad antes de las 5:30 PM a recoger a la parte disgregada del grupo por razones inesperadas……por suerte volvemos a cambiar de franja horaria y ganamos una hora…… ayyyyyyyyyy no acabaremos nunca con el jet lag--------

Cómo contar lo vivido en dos días empieza a resultar complicado porque el viaje está resultando bastante completito, a si que comenzaremos con la espectacularidad de una ciudad absolutamente increíble como Chicago en la que rascacielos, trenes elevados, metros antiquísimos, parques y flores y más flores, alcantarillas malolientes, jazz, blues y teatro conviven en PERFECTA armonía, increíble.

Ya sabemos que la ciudad del viento, recibe su nombre gracias a la versatilidad de los políticos gobernantes, pero creo que no imaginamos que en estas fechas pasearíamos en tirantes y pantalón corto y sólo necesitásemos la chaqueta por la temperatura del gélido aire acondicionado de los locales, es decir, mientras bebes cerveza (cara y mala) comes (platos que superan en 5 veces el tamaño de mis raciones) ó bien disfrutamos de la bebida desde la planta 96 del rascacielos John Hancock Center, con una vista panorámica indescriptible en la que las cubiertas de los edificios colindantes quedan a un salto sólo practicable por spiderman, la gente que pasea por la calle inapreciable (y no por mi miopía) y el lago sin fondo bañando una de las fachadas enfrentada a las avenidas iluminadas cuyo fin quedaba perdido en el horizonte….. sin palabras

Contentos con la visita turística la intención de mezclarse con los lugareños se hizo realidad disfrutando de una cena de pizza de masa gruesa en UNO,s …… teniendo en cuenta que esta era la aportación de Chicago a la gastronomía del país, había que probarlo….

Tras una sucesión al día siguiente de espectaculares paseos por N Michigan Ave con visita a Grant Park donde el anfiteatro de Frank Gehry y “la judía” de Anish Kapoor nos dieron bastante juego para fotos varias, comida y visita por The Loop, y cansados incluso de nosotros mismos consideramos como buena opción el paseíto en barco por el río y el lago Michigan y en general creo que fue todo un acierto, añadiendo además que el paseo se prolongó suficiente como para comenzarlo de día y acabarlo de noche, puedo asegurar que la vista del ocaso desde el lago te hace pensar que has salido del mundo y te has metido en una postal…..

Finalizada la experiencia acuática, y esta vez sin ducha, casa cena y a ponerse una camisa para poder entrar en un bar de jazz (el día anterior no nos dejaron por ir demasiado “cutres”… creo que no combinábamos con los Aston Martins de la entrada…) con música en directo. El local elegido fue el Green Mill y en él un batería un pianista un guitarrista, un bajista uno con los timbales y el saxofonista como tipo principal del grupo dedicado a hacer las introducciones de las canciones elegidas con una sorprendente voz de niña, amenizaron la botella de vino y el Jack Daniel’s con bastante gusto…..

Este local era el favorito de Al Capone, en la guía Lonely ponía que era un local donde se podía percibir cierta esencia del tiempo de los gangsters con humo y todo, esta pequeño detalle le molo sobre todo a Celia, pero al final estaba prohibido fumar como en todos los locales por los que hemos pasado, pero bueno el salir a la calle permite interactuar con los lugareños.

Hoy, ya en ruta, hemos vuelto a formar parte de otro escenario de película los puentes de Madison, salvo por la falta de Clint Eastwwod y Meryl Streep, solo presentes sus fotos y autógrafos en la cafetería que aparece como escenario en la peli, y porque bueeeeeeeno, siendo realistas, ninguno somos tan guapos como ellos…el paraje es en realidad tan bucólico como se refleja en la película….

Tras respirar el ambiente tranquilo de un pueblo de las grandes llanuras, nos queda terminar la paliza de kilómetros que nos hemos propuesto para hoy, hay que aprovechar que en Nebraska les mola pisar el acelerador, el límite de velocidad es de 75 mph, quien dijo que en USA no se corre, en los otros estados por los que hemos pasado la horquilla de velocidad límite esta entre 65 y 70. Cuando llegamos al motel situado cerca de York, es de la cadena Super 8, aunque tiene de todo es un poquillo cutre, sobre todo por el olor de la moqueta, pero por 67$ que hemos pagado los 4 que más podemos pedir, si tiene piscina y y jacuzzi. Al final nos hemos metido entre pecho y espalda 1000 km en 12 horas, mañana nos quedan otros 800 y a partir de ahora las palizas no van a ser tan gordas.

martes, 23 de septiembre de 2008

Ducha alternativa en las cataratas

Lunes 22 de Septiembre

Tras hacer un desayuno ligero en uno de los multiples restaurantes de comida ligera "All you can eat for 6$", nos fuimos para disfrutar una ducha alternativa en el Maid of the Mist, alli estabamos nosotros junto con una orda de japoneses con ganas de colarse, no veais lo culebrillas que son, como defendimos bien la zona metiendo codos, al final pillamos una buena posición en el barco y nos quedamos con la proa. Menudas pintas que gastabamos con el chubasquero azul, la singladura no se presentaba dificil, en peores lances nos hemos visto. Al principio vistas impresionantes, pero se empezaba a notar que en algún momento nos iba a empezar a caer agua encima, primero fue como dicen los gallegos Orballo, luego la cosa fue pasando a chaparron y terminamos como si nos estubieran tirando cubos de agua. Era expectacular ver caer el agua, parecia que alguien hubiera quitado un tapón gigante y estuvieramos metido en el sumidero.

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Radiohead de fondo….. Abandonamos la radio para tirar de música disco externo, jeje seguimos utilizando música Yunkie, claro que hoy cambiamos de país y estamos en Canadá, aunque poco francés, poco inglés y mogollón de japos, tan guiris como nosotros, aunque me gustaría creer que nosotros somos algo menos “touching balls” ¿a qué se dedican estos en las colas? ¿tan acostumbrados están a los empujadores de metro? Ó ¿seremos nosotros los poco acostumbrados a que te vayan retirando para ganar posiciones en una cola? (comentario sin 2ª interpretación) de cualquier manera, han perdido puntos…

Comida “sana” al fin! Hoy nos hemos conformado con ensaladas, eso sí, tamaño palangana y acompañadas de unos nachos para que no se enfade el pequeño monstruo que habita en nuestro estómagos. A este ritmo, todavía no entendemos que haya aún 2 viajeros (viajeros hembra, para más pista) que no hayan visitado a Mr. Stone (el señor Roca), pero lo airearemos a los cuatro vientos, y nunca mejor dicho, una vez que los ansiados eventos se produzcan.

En Canadá, no vemos mucha diferencia, salvo que las casas parecen hechas con más fundamento, de construcción y no prefabricadas, como nos hemos hartado de ver en yankilandia hasta ahora. Por lo demás, pocas impresiones se pueden sacar en 500 kilómetros de autopista.

Discrepo un poco con mi compañera, hay un pequeño detalle que no nos ha pasado desapercibido a los chicos, los canadienses se pasan por el arco del triunfo el límite de velocidad de 100 km/h, aquí la mayoria va a 130, ademas las multas no son muy caras, viene el precio en paneles informativos cada 50 km e ir a 120 cuesta 60€, supongo que dependiendo de lo que lleves en el bolsillo vas a una velocidad u otra.

Toca palizón para tratar de acercarnos a Chicago y poco a poco le vamos perdiendo el respeto a esto de los límites de velocidad. Sea porque volvemos a ver las velocidades en kilómetros, porque todo dios se lo salta o simplemente porque es un coñazo ir a 100 km/h por autopista, ya somos unos convictos que viajamos a 130 con música a ritmo de PC portátil. Si es que esto de viajar ya no es como antes…

Volvemos a cruzar la frontera a la altura de Detroit para seguir viaje por USA.

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Para cruzar a USA nos toco un indú para los tramites de inmigración, el tio tenía pinta de no ser trigo limpio, encima para colmo cuando nos preguntaba quien era quien, cuando pregunto María, Celia se equivoco y dijo que ella, ya la teniamos liada, se quedo un buen rato mirandola en plan sátiro, no tengo muy claras las intenciones, si sexuales o para ponerla nerviosa para que confesara que es una terrorista, el tio al final nos dejo entrar.

Una vez pasado creimos que prodriamos respìrar tranquilos, que lejos de la realidad, la guía ponía de Detroit que la ciudad era un poco decadente, joder, se quedaban cortos, fue cruzar los tramites aduaneros y aquello estaba lleno de morenos con una pinta no muy tranquilizadora, no sé si sera porque las pelis yankis nos condicionan, pero yo estaba de un inseguro que no veas, encima para colmo la autopista que teniamos que pillar estaba en obras y nos desviaron por un barrio residencial en la que no me quedo con una casa ni regalada, pensé que en cualquier momento algún lugareño montaría algún peaje alternativo para cobrar el impuesto revolucionario, tras 10 minutos conociendo el extraradio de Detroit conseguimos pillar la interestatal.

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Ahora mismo estamos en ruta hacia Chicago, con parada en Battle Creek para dormir y los culos cuadrados de todo el día en el coche, a pesar de que esta mañana estuvimos viendo las Cataratas del Niagara, que jo! son una pasada! Y de que por fin desde que despegamos de Barajas hemos comido algo saludable, qué bien han sentado esas ensaladitas: ¡¡¡VIVA LA LECHUGA!!!!

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Llegamos a un Holiday Inn para pasar noche en Battle Creek, el motel esta genial con piscina y gimnasio, pero esta visto que nos ha mirado un tuerto, a la hora de pillar nos da la llave de ka 226, vamos a la habitación en cuestión y no se abre, aparte de oir ruido dentro, volvemos a la recepción, Upps, me he equivocado es la 503, como a un huevo a una castaña, menos mal que la habitación es una Suite y dormimos como autenticos reyes.

Mañana más.